Hechos 2:42-47
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⬆️Este texto está tomado del buscador de Google
El énfasis real de este Evangelio es la Sagrada Misa, la importancia de la tradición apostólica en el depósito de la Fe.
El pegue de esta unidad y de este amor entre todos está en la revelación que los apóstoles le daban a este pueblo creyente y que todo se unían en el centro que es Cristo en
"El Sacrificio Redentor de la Sagrada Misa"
La palabra el Evangelio rebela a Nuestro Señor Jesucristo.
En la Misa gracias a la transustanciación estamos con Cristo de manera puntual junto a el Padre y el Espíritu Santo.
Presencia Real de Dios con nosotros.
El centro de nuestra fe no está en la convivencia pacífica del pueblo creyente sino que gracias a la vida de fe guiada por la sana doctrina en manos de la tradición apostólica es decir de Santos pastores y la vivencia de la Sagrada Misa el creyente genera al recibir el amor de Dios una respuesta en la comunidad creyente y no creyente que se llama caridad.
Grupos humanos creyentes que en su relación no tenga como centro la formación en la sana doctrina y la vivencia eucarística es decir sacrificio de la misa y no entienda lo que en ella se vive de manera puntual en el Eterno presente de Dios fácilmente puede caer en el sectarismo ya sea de manera interna o externa siguiendo a personas y no a Cristo.
La Iglesia es madre y maestra.
La comunidad debe vivir la experiencia y la formación partiendo de la experiencia Eucarística y fortaleciéndose en ella.
Cada uno de los miembros de la comunidad, puede expresar la caridad si parte de la vivencia en comunidad del Sacrificio de la Misa.
Fortaleciendo los sacramentos con el conocimiento de la sana doctrina.
Y una relación personal, esponsal con Dios.
Qué parte también de la Sagrada Misa y de la oración.
Un católico que no vive los sacramentos y no conoce su fe formándose del depósito de la fe.
Muy probable con el tiempo enfríe Y sea bombardeado por doctrinas falsas que lo alejaría de la verdadera iglesia y lo añadiría a algún número de las sectas.
Solo entendiendo que para ser fuertes como comunidad católica, debemos estar fortalecidos en el depósito de la fe que es lo que nuestro señor Jesucristo dejó a sus apóstoles y en la vivencia de la oración personal y comunitaria que se materializa de manera especial en la presencia Real del Sacrificio de la Misa.
Si nos volvemos una comunidad demasiado sensible pero que en realidad no conoce las bases y raíces de su fe y adicional no se relaciona en la oración personal y comunitaria es muy probable que busque con el tiempo nuevos ambientes que le llenen esos deseos superficiales y sensaciones sin tener verdadera bases sólidas de Fe.
¿Te gustaría ahondar sobre este texto del Evangelio?
Al final te comparto los enlaces a la aplicación y al estado para que puedas mirar el trasfondo de este evangelio desde la perspectiva de Monseñor Straubinger
Hechos 2:42-47
42 Ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.
43 Y sobre todos vino temor, y eran muchos los prodigios y milagros obrados por los apóstoles.
44 Todos los creyentes vivían unidos, y todo lo tenían en común.
45 Vendían sus posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.
46 Todos los días perseveraban unánimemente en el Templo, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón,
47 alabando a Dios, y amados de todo el pueblo; y cada día añadía el Señor a la unidad los que se salvaban.
Hechos 2:42-47
Te invito a descargar la Santa Biblia Platense:
En ella podrás andar en cada versículo de la experiencia de la recopilación de explicaciones acertadas para ahondar más en el conocimiento de la palabra de Dios
Aquí también adjunto el enlace a la página que actualmente está ciendo actualizada y hay que tener paciencia para poder en un tiempo muy corto el poder disfrutar de dicho material.
NOTA: Por Cristo, para Cristo, con Cristo, en Cristo.
Sí este no es nuestro motivo y nuestra razón.
😔
Mientras no lleguemos a una persecución que nos impida congregarnos como creyentes c
Católicos en las Parroquias en el lugar preconcebido para ello que es el Templo Católico donde el presbiterio en el altar debe estar la presencia real de Cristo en el Sagrario, no debemos fomentar la desunión por medio de pequeños grupos sino que todos debemos congregarnos como una sola Iglesia en la unidad del Sacrificio de la Sagrada Eucaristía la formación de la revelación dada a Cristo a sus Apóstoles que llamamos tradición Apostólica y la oración que debe ser personal, comunitaria y la mayor expresión que nos une que vuelve a ser el Centro de todo nuestra vida de Fe el Sacrificio Redentor de la Sagrada Misa.
Nota adicional:
Recordemos que la adoración eucarística depende de que el Sacramento de la eucaristía se consagre las formas eucarísticas que luego serán adoradas en dicha adoración.
Es por ello que el sacrificio Redentor de nuestro señor Jesucristo que es la sagrada eucaristía merece el mismo y mayor trato que la adoración eucarística.
Pues estamos recibiendo no un pedazo de pan sino que gracias a la transustanciación nos alimentamos con el cuerpo la sangre el alma y la divinidad de nuestro señor Jesucristo no solo como una cena o fiesta humana, sino una cena sacrificial donde Cristo se hace comida por amor y sin el sacrificio de la cruz no se concretaría dicha cena sacrificial.
Recordemos que cuando vamos a misa no estamos en la Pascua esa será al final de los tiempos cuando nuestro señor Jesucristo regrese.
Sino que estamos en el sacrificio Redentor en la entrega por amor a nosotros de nuestro señor Jesucristo para liberarnos del pecado Claro está si nosotros aceptamos con nuestra conversión y combate espiritual por nuestra santificación gracias a la acción de la Santísima Trinidad en la persona del espíritu Santo.
Toda formación dentro de nuestra madre iglesia católica debe y debería estar enfatizada en el conocimiento de la tradición apostólica es decir la revelación que Cristo dejó a sus apóstoles en la oración personal comunitaria y la más importante la sagrada misa pero dicha formación sino nos lleva a un trato mejor de la presencia real de Dios con nosotros en la misa está perdiendo su tiempo porque si una comunidad rechaza dicha reunión que no es cualquiera por mantener un encuentro distante impersonal como son los medios audiovisuales pudiendo desplazarse al templo de su respectiva parroquia supuestamente hacer adoraciones santísimo por estos mismos medios... O aún más triste llevar estos medios al templo en momentos puntuales de adoración al santísimo estaríamos cayendo en una desacralización y el no entender el valor tan sublime de la sagrada misa que debería ser el centro de cualquier misión reunión como comunidad creyente o en los grupos parroquiales de espiritualidad en fin.
Si no lo formamos en sana doctrina y tradición apostólica y en Sagrada liturgia que no es solo leer regular en el momento de la misa sino que abarca muchas temas afines a la presencia real de Jesús en los sacramentos esto cada día va a degradar muchísimo más.
Para que la Eucaristía cada día sea depurada partiendo del respeto debido al Misal Romano su rúbricas y Rito.
Sin añadirle nada que nunca ha necesitado para ejercerse en ella el Sacrificio Redentor de Nuestro Señor Jesucristo.
Depurando liturgia de ruidos y costumbres traídas de otros grupos no Católicos y sí protestantes.
La comunidad Católica tiene un lugar para congregace a Adorar y dar gracias a Dios el Templo Católico.
Dicha Adoración y Alabanza tiene que tener coherencia de Fe.
Si nos encontramos en el Eterno presente de Dios contemplando el Sacrificio Redentor de Nuestro Señor Jesucristo y la última Cena que es una conmemoración Sacrificial un ágape muy bien explicado por Benedicto XVI, qué hacemos aplaudiendo, moviéndonos incluida las manos y haciendo ruido Como lo que hacen las sectas no Católicas?
A ellos se les excusa porque no tienen la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía?
Si entendiéramos el valor de la Misa y lo que está sucediendo a nivel espiritual y que nos implica a todos, dentro de ella a pesar de la música que nos incita al movimiento y el aplauso.
Estaríamos en silencio y adoración interior.
El Padre Pío decía que en el Gólgota, solo aplaudían los demonios y los soldados.
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