Solo míralo....en tiempo de plandemia

Te lo Suplico entra en estos enlaces analízalo todo y disiernelo
en oración.

Enlaces a Santos Obispos y Sacerdotes, de Sana Doctrina, Católica.

NOTA: Sí vas a asistir a misa y vas a recibir el Sacramento de la Comunión, es preciso que observez detalladamente este video.
CÓMO COMULGAR EN LA MANO EN TIEMPO DE CORONAVIRUS

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Cómo Comulgar en la Boca cuando el Sacerdote te Da la Hostia en la Mano [ejemplo de cómo hacerlo]"


COMUNIÓN EN LA BOCA QUE HACER QUE PENSAR.


Ante un caso de profanación eucarística “en vivo”
2020/12/08eucaristia, Vivir la fe hoy
Hay un video que circula por Internet en el que se ve a un señor que recibe la comunión con su mano derecha y luego, ante la pasividad de los fieles, se mete la hostia en el bolsillo y sigue su camino. ¿Qué debería hacerse en ese caso, si uno estuviera en esa Misa? — E.A.Q.

* * *

Ante todo, tengamos claro que la profanación se da no por el hecho de comulgar en la mano sino por la manera de utilizar la comunión en la mano para quedarse con la Hostia. Importante aclarar esto.

Es terriblemente doloroso lo que cuentas. Sirve ante todo de advertencia para nosotros, sacerdotes, que por vocación hemos de ser los primeros custodios del Sacramento que es Santo por su esencia y es fuente de toda santidad. Es indispensable que el sacerdote, ante la comunión en la mano, advierta con frecuencia a los fieles sobre el riesgo de que queden partículas en sus manos; pero además es necesario que no se parte del comulgante sino solo cuando verifique con sus ojos que la persona ha consumido la Sagrada Hostia. Cualquier otro comportamiento del sacerdote, sin que importe cuánta prisa o cansancio tenga, implica un riesgo demasiado alto de profanación.

En cuanto a los laicos, debe tenerse en cuenta que quien hace un acto como lo que describe tu pregunta no tiene respeto alguno por la presencia eucarística y seguramente se dispone a realizar peores aberraciones con la Hostia así adquirida. Como el tiempo es un factor adverso en este caso, es mandatorio obrar pronto y de modo que intervengan otras personas. Por ejemplo: gritar en medio de la Asamblea: “¡PROFANACIÓN!, ¡PROFANACIÓN!” Y de inmediato algo como: “¡PADRE, ESTOY VIENDO UNA PROFANACIÓN! ¡PADRE, HAY QUE ACTUAR AHORA MISMO! ¡HERMANOS, NO PERMITAMOS ESTO!” Con las personas que puedan ayudar, hay que bloquear el movimiento del profanador, aunque sin hacerle daño.

Soy consciente de que se trata de una situación extrema y soy consciente de que si no se obra así, o de manera parecida, seremos cómplices de profanación.

De nuevo: lamento que cosas así sucedan y debemos por eso orar con persistencia para que Dios detenga y no impida actos como este.





https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://vozcatolica.com/wp-content/uploads/2020/06/Comuni%25C3%25B3n-espiritual.pdf&ved=2ahUKEwiC9YiRqZHtAhWydN8KHZweDs4QFjAOegQICxAB&usg=AOvVaw25JF8s_oUaj4y-vB9XyTGP&cshid=1605882410112. Pdf

https://www.facebook.com/590341585/posts/10157726622851586/?sfnsn=scwspmo

https://youtu.be/G0HTl-wI-sQ

https://www.quenotelacuenten.org/2020/10/06/es-obligatorio-comulgar-en-cada-misa-acerca-de-la-verdadera-comunion-espiritual/

https://youtu.be/CSfNS_PHQ5s

https://youtu.be/E8Bg-9pjhGY

https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=w0HskQ4CfLA

https://youtu.be/wvg_KXpnOsM

https://www.vaticannews.va/es/oraciones/comunion-espiritual.html

¿Qué es la comunión espiritual?🤔

Por Estamos en Sus Manos

En la estructura de los sacramentos se diferencia el efecto (res et sacramentum) del fruto o de la gracia que concede el sacramento a quién lo recibe (res tantum). El efecto es lo que objetivamente sucede en el sacramento (ex opere operato) mientras que la gracia es la eficacia del sacramento en quien lo recibe. Así, el efecto del sacramento de la Eucaristía es la presencia real de Cristo bajo la especie del pan y del vino; y la gracia de la Eucaristía es la comunión con Jesucristo que se produce en el fiel cuando comulga. En la Eucaristía está verdaderamente presente Jesucristo, ese es el efecto que producen las palabras de la consagración del sacerdote. Pero la Eucaristía ha sido instituida para ser comulgada y así dar la gracia de la comunión del fiel con Jesucristo. Pongamos un ejemplo para aclarar. Un completo pagano desconocedor de la fe cristiana se pone en la fila y comulga. ¿Recibe el Cuerpo de Cristo? Sin duda. ¿Entra en comunión con Él? De ningún modo, pues esto requiere de su participación; lo recibe sin fruto, no recibe la gracia. Para que la Eucaristía dé fruto se requieren una serie de condiciones por parte de quien la recibe: que esté en gracia, que sea consciente, que quiera unirse a Cristo, etc. La forma ordinaria en que se nos da la gracia para que produzca fruto son los sacramentos. Sin embargo, Dios no está atado a los sacramentos. Él puede dar la gracia aunque no se reciban los signos sacramentales. Cuando alguien muere deseando el bautismo, se dice que ha recibido el bautismo de deseo; ha recibido la gracia del sacramento sin recibir el sacramento. De modo que Dios puede conceder la gracia y el fruto de un sacramento a alguien sin que participe sensiblemente de él. Esto es algo extraordinario (ya que ordinariamente la gracia se da en los sacramentos) pero posible en algunos casos. En la comunión espiritual, el fiel recibe la gracia del sacramento (la comunión total con Cristo) como si hubiera comulgado físicamente, siempre que la haga con fe y con el deseo de recibir esa gracia en esa forma extraordinaria. En la comunión espiritual, en que se hace ese acto total de fe y de petición de comunión a Dios, el fiel entra en comunión verdadera con Cristo, ya que, no pudiendo comulgar sacramentalmente, pide sin embargo la gracia extraordinaria de la comunión fuera del sacramento. Dios, que es bueno, concede esta gracia a quien se la pide con fe, que recibe entonces la gracia de la comunión con Cristo que puede dar el mismo fruto que la comunión sacramental. Todo esto está expresado en esta fórmula de comunión espiritual, que recomiendo: Creo, Jesús mío,
que estás real
y verdaderamente en el cielo
y en el Santísimo Sacramento del Altar. Te amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte
dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo
ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido,
te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén. (Atribuida a San Alfonso María de Ligorio). MeasureMeasure

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío,
que estáis realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Os amo sobre todas las cosas
y deseo recibiros en mi alma.
Pero como ahora no puedo recibiros sacramentado,
venid a lo menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya os hubiese recibido,
os abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás
Me aparte de Ti. Amén.
(San Alfonso María de Ligorio)


A vuestros pies, ¡oh mi Jesús!,
me postro y os ofrezco
el arrepentimiento de mi corazón contrito,
que se hunde en la nada ante vuestra santísima presencia.
Yo os adoro en el Sacramento de vuestro amor,
la inefable Eucaristía,
y deseo recibiros en la pobre morada
que os ofrece el alma mía.
Esperando la felicidad de la comunión sacramental,
yo quiero poseeros en espíritu.
Venid a mí, puesto que yo voy a Vos,
¡oh Jesús mío!,
y que vuestro amor inflame todo mi ser
en la vida y en la muerte.
Creo en Vos y espero en Vos.
Así sea.
(Cardenal Rafael Merry del Val

Uno de los protocolos para poder participar en la Sagrada Eucaristía es el ser obligados a Comulgar en la mano....es por ello que debemos llevar espray con alcohol y gel para antes de comulgar, desinfectar nuestras manos teniendo en claro que otra manera de podernos contaminar es al tocar nuestra mascarilla de ahí que lo recomendable es usar un Corporal. (Corporal pañito de tela de lino, para recibir a Nuestro Señor Jesucristo en la mano).

RECUERDA QUE PARA RECIBIR A JESÚS EUCARISTÍA QUE ESTÁ VIVO Y REAL SANGRE, CUERPO, ALMA Y DIVINIDAD EN LA HOSTIA CONSAGRADA
DEBES ESTAR PRIMERO QUE NADA LIBRE DE PECADO MORTAL....Y SABER RECIBIR EN LA MANO LAS SAGRADAS FORMAS....ES DECIR EN LA MANO IZQUIERDA COLOCAS EL CORPORAL
LA MANO DERECHA DEBAJO DE LA IZQUIERDA, TE ACERCAS AL SACERDOTE HACES UNA LEVE VENÍA CON TU CABEZA EN RESPETO A LA SAGRADA FORMAS, RECIBES A NUESTRO SEÑOR Y FRENTE AL SACERDOTE A UNOS 2 METROS SIN RETIRARTE, QUE SE DÉ CUENTA QUE ESTÁS COMULGANDO
CON MUCHO CUIDADO DE NO CONTAMINAR TUS MANOS CON EL MISMO TAPABOCAS POR ESO TE ACONSEJO MEJOR CON TU LENGUA COMULGAR DEL CORPORAL A JESÚS EUCARISTÍA Y CON TU LENGUA RECOGER, LAS PARTÍCULAS QUE HAYAN PODIDO QUEDAR EN EL CORPORAL, CON MUCHO CUIDADO GUARDAR EL CORPORAL CONSUMO CUIDADO POR SI QUEDÓ ALGUNA PARTÍCULA DENTRO DE ÉL.
LLEGARÁS A TU CASA Y EN UNA TASITA CON AGUA BENDITA INTRODUCIDRAS EL CORPORAL
LUEGO DEPOSITARAS ESA AGUA BENDITA EN UNA MATERA
PARA DISPONERTE A LAVAR EL CORPORAL PARA LA PRÓXIMA EUCARISTÍA
SI NO ESTUVIÉRAMOS EN PANDEMIA PODRÍA RECIBIRLO DE RODILLAS EN LA BOCA O DE PIE EN LA BOCA QUÉ ES LA MANERA HABITUAL Y RECOMENDADA POR LA IGLESIA
SI NO ESTUVIÉRAMOS EN PANDEMIA.

(San Cirilo de Jerusalén:
" Acercando por lo tanto, no avance con las palmas de las manos separadas, ni con los dedos aparte, pero fabrique con el izquierdo [la mano] un trono para el derecho ya que esta mano está a punto de recibir al Rey. Haciendo el hueco de palma, reciba el Cuerpo de Cristo, añadiendo 'Amén'. Entonces. con cuidado santificando los ojos por tocándolos con el Cuerpo santo, tómelo, asegurando que usted no pierde ningún de ello. Ya que si usted pierde alguno, usted claramente sufriría una pérdida, como era, de uno de sus propios miembros .¿Dígame, si alguien le diera el oro en polvo, no le tomaría usted con cada cuidado posible, asegurando que usted no pierde ningún de ello o sostiene alguna pérdida? ¿Entonces no será mucho más cauteloso usted para asegurar que no una miga desaparece del que que es más precioso que el oro o piedras preciosas?
)

NOTA: LA SAGRADA EUCARISTÍA NO ES UNA GALLETA, DEBÉS SABERLA RECIBIR, SABERLA COMULGAR CON RESPETO Y DEVOCIÓN.
GRACIAS.

Otro cuidado que debes tener es que al llevar la Ofrenda
no te untes de ese dinero pues es el mayor foco de infección del virus y otras bacterias.
Es por eso que llévalo y sólo sácalo en el momento de la salida de la Eucaristía
donde personas estarán esperando para recibir tu ofrenda.
Recuerda que nuestra ofrenda mantiene el culto debido.

No pretendo confundirte.
Si no, darte una visión general.
Para que puedas discernir.
Recordando, que la Eucaristía, se hizo para Dios y un efecto colateral es las Gracias que recibimos en ella.

En verdad estamos preparados?, para la Comunión Sacramental?.

Estámos limpios de pecado mortal?, siquiera para una buena, Comunión Espiritual?.

Vives El Sacramento de la Confesión?.

Entiendes lo que es la Sagrada Eucaristía?.
CIC No 1322 y siguientes.

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Formación Católica, Situación de la Iglesia
¿Puede un obispo o sacerdote prohibir la comunión en la boca? Padre David Francisquini julio 19, 2020
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Imprimir Pregunta: Debido a la amenaza de la epidemia del coronavirus, el obispo de mi diócesis impuso que la Sagrada Comunión sea distribuida exclusivamente en la mano de los fieles, y ya no más en la boca. Me llama la atención que, en el mismo comunicado, se prohíbe darse la mano durante el saludo de la paz. Si el contacto con la mano transmite el virus, sería lógico prohibir también la comunión en la mano, porque la mano del fiel podría estar contaminada, ¿no es así? Tomado de la Revista Tesoros de la Fe, Sección: Palabra del sacerdote Pregunta: Debido a la amenaza de la epidemia del coronavirus, el obispo de mi diócesis impuso que la Sagrada Comunión sea distribuida exclusivamente en la mano de los fieles, y ya no más en la boca. Me llama la atención que, en el mismo comunicado, se prohíbe darse la mano durante el saludo de la paz. Si el contacto con la mano transmite el virus, sería lógico prohibir también la comunión en la mano, porque la mano del fiel podría estar contaminada, ¿no es así? Esta contradicción me lleva a sospechar que algunos obispos están queriendo aprovechar la crisis sanitaria para intentar erradicar la distribución de la comunión en la boca, que es el modo tradicional. Hace muchos años soy “mal visto” por algunos sacerdotes, por no recibir la comunión en la mano y he sido interpelado varias veces para “hacer como los demás”. Estos curas alegan que en la Iglesia primitiva se comulgaba de esa manera, y que el hecho de no permitir que los fieles toquen la hostia, como se hacía antes, establecía una excesiva distinción entre los laicos y el clero, dando a entender que los sacerdotes eran virtuosos y los fieles eran pecadores. Quisiera saber si esto es verdad y cuál es la legislación de la Iglesia sobre la distribución de la comunión. Respuesta: Padre David Francisquini El Concilio de Trento declaró que la costumbre del sacerdote celebrante de comulgar con sus propias manos, y después distribuir la hostia a los fieles, es una tradición apostólica (ses. 13, c. 8). San Basilio (330-379) informó que solo era permitido recibir la comunión con las propias manos en tiempos de persecución o en el caso de los monjes del desierto; es decir, cuando no había ni sacerdote ni diácono para dar la comunión (Carta 93). Con la paz de Constantino esa excepción terminó, pues le fue permitido a la Iglesia salir de las catacumbas. Probablemente eso no era respetado en algunos lugares y se cometían abusos, porque el Concilio de Rouen del año 650 definió: “No se coloque la Eucaristía en las manos de ningún laico o laica, sino únicamente en su boca”. De hecho, a medida que la Iglesia fue tomando conciencia de cuán augusto es el tesoro que Nuestro Señor le dejó con el Sacramento de la Eucaristía —su Cuerpo y Sangre realmente presentes en las especies consagradas del pan y del vino—, Ella fue poco a poco perfeccionando su modo de celebrar la Misa, la asiduidad y el modo de distribuir la Sagrada Comunión, así como de conservar y transportar el Santísimo Sacramento. Basta citar, por ejemplo, que los primeros cristianos celebraban la Misa en el mismo lugar de la comida fraterna que tomaban en común (ágape), e inmediatamente después de haber comido. Aún en el siglo V, san Paulino de Nola atestigua la existencia de ese tipo de reuniones en la mesa, no enteramente separadas de la celebración; y fue solamente en el segundo milenio que se hizo más rígida la regla del ayuno eucarístico previo a la recepción de la Sagrada Comunión. Certeza de la presencia de Jesús en la hostia sagrada Concomitantemente se fue imponiendo la costumbre de dar la comunión en la boca, por la certeza de que el Cuerpo de Nuestro Señor estaba tan presente en una pequeña fracción como en una hostia entera, como bellamente escribió santo Tomás de Aquino en el himno Lauda Sion: “Cuando se parte la hostia no vaciles: recuerda que en cada fragmento está Cristo todo entero”. Ahora bien, durante la distribución de la Sagrada Comunión es frecuente que se separen de la hostia pequeños fragmentos, y es por eso que el monaguillo siempre debe colocar la patena debajo del mentón del comulgante, a fin de recoger los fragmentos que eventualmente se desprenden de la hostia. De vuelta al altar, el sacerdote limpia la patena, derramando esos minúsculos fragmentos dentro del cáliz a ser purificado mediante las abluciones. Esta creciente conciencia de la presencia milagrosa de Jesús en la hostia y de la necesidad de recibirlo con la debida reverencia, llevó también a la Iglesia a imponer a los fieles recibirlo de rodillas, en señal de adoración. Es un signo exterior para rendirle homenaje y saludarlo con nuestro cuerpo, en un gesto de humildad. La recepción en la boca es también un signo de infancia espiritual, pues de la misma forma que los niños abren la boca para recibir el alimento, abrimos la boca para recibir de la mano del sacerdote nuestro alimento espiritual. Y el sacerdote celebra la Misa “in persona Christi”, o sea, al celebrar, asume la propia persona de Cristo. Estos gestos de humillación se hacen, por lo tanto, delante del mismo Dios; y lejos de rebajar, engrandecen a quien los practica, porque son actos de adoración y de reverencia a Dios. Concilio de Trento, atribuido a Tiziano, s. XVI – Óleo sobre lienzo, Museo del Louvre, París. Cumplir los deberes religiosos con santo fervor En el siglo VI, en la Iglesia de Roma, la sagrada hostia ya era depositada directamente en la boca de los fieles, según el testimonio de san Gregorio Magno al contar un milagro de san Agapito (Diálogos, libro 3º). Y fue en la Edad Media que se generalizó la recepción de rodillas, como lo afirma san Columbano, monje irlandés que cristianizó a los escoceses. A partir de la Edad Media, los fieles sacaron gran provecho espiritual de esos gestos de reverencia ante las especies eucarísticas. Basta pensar en la institución de la fiesta de Corpus Christi por el Papa Urbano IV, en 1264. El primer gran fruto de ese perfeccionamiento en el trato de la Eucaristía fue el aumento de la fe en la Presencia Real de Nuestro Señor en el pan y en el vino consagrados, que se convierten en el Cuerpo y en la Sangre del Salvador. El segundo gran fruto fue el aumento de la piedad, siendo reconocido que la perfección de la virtud de la religión produce en las almas un afecto filial hacia Dios y una tierna devoción a las Personas divinas, a los santos, a la Iglesia, a las Sagradas Escrituras, etc., llevándolas a cumplir con santo esmero los deberes religiosos. Es inexplicable que, después del Concilio Vaticano II, la comunión en la mano y otros modos de proceder protestante hayan comenzado a infiltrarse en la Iglesia Católica. Infiltración de costumbres protestantes en la Iglesia Este movimiento de fervor fue creciendo en la Iglesia Católica a lo largo de los siglos y marcadamente a partir del siglo XVI en oposición a las herejías de Lutero y sus congéneres. Todas las sectas protestantes niegan la transubstanciación, es decir, niegan que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor, perdiendo su sustancia y quedando solamente los accidentes. Algunas sectas dicen que la presencia de Cristo es apenas espiritual, mientras otras sostienen que, durante la ceremonia, su Cuerpo y Sangre se unen a la materia de las especies, pero la sustancia del pan y del vino permanece íntegra. Niegan también el carácter de sacrificio de la Santa Misa; y como consecuencia, niegan el sacerdocio como un orden sagrado para realizar el sacrificio “in persona Christi”. De ahí la equiparación de los fieles a los pastores, que son meros predicadores. El resultado de la diseminación de esas herejías fue la transformación del altar en una mesa, colocada en frente o en medio de los participantes, y el que hagan una fila para ir a coger ellos mismos con su mano el pan y el vino directamente sobre la mesa. En su óptica herética, todo esto se explica porque el culto es principalmente una predicación; y la “comunión” es simplemente compartir un pan y vino no transubstanciados donde habría una vaga presencia espiritual de Cristo. Lo inexplicable es que, después del Concilio Vaticano II, mucho de aquel modo de proceder protestante haya comenzado a infiltrarse en la Iglesia Católica. San Carlos Borromeo dando la comunión a las víctimas de la peste, Tanzio da Varallo, 1616 – Óleo sobre lienzo, Domodossola (Italia) El documento crucial para el abandono de la manera tradicional de recibir la Comunión fue la Instrucción Memoriale Domini, publicada por la Sagrada Congregación para el Culto Divino el 29 de mayo de 1969. En ella se explicaba que un número reducido de obispos había pedido la admisión de la comunión en la mano; pero, habiendo sido interrogados todos los obispos del mundo por el Papa Paulo VI, apenas un cuarto de ellos aprobaron esa novedad. La Instrucción agregaba que, a consecuencia de lo anterior, “el Sumo Pontífice ha decidido no cambiar el modo, hace mucho tiempo recibido, de administrar a los fieles la sagrada comunión”. No obstante una líneas después aducía: “Pero si el uso contrario, es decir, el de poner la santa comunión en las manos, hubiera arraigado ya en algún lugar” (?!), las conferencias episcopales deben “examinar las circunstancias peculiares, si existen”, y “tomarán los oportunos acuerdos” para “la debida ordenación del mencionado uso” (o sea, ¡para regularizar los abusos!). El carácter insincero de la Instrucción quedó claro en una nota anexa, en la cual se decía que “el rito de la comunión dada en la mano del fiel no deberá ser aplicado sin discreción”, “introducirlo gradualmente”, “comenzando por unos grupos más preparados” por medio de “una catequesis adecuada”. Como se trataba apenas de un indulto, las conferencias episcopales debían aprobar una resolución por mayoría de dos tercios, haciendo un pedido a la Santa Sede. La inmensa mayoría acabó introduciendo esa forma de distribución, de manera que se convirtió en una costumbre prevalente en la Iglesia latina en los cinco continentes. La formulación más reciente de la legalización de esa anomalía está contenida en la Instrucción General del Misal Romano de 2002: “No está permitido a los fieles tomar por sí mismos el pan consagrado ni el cáliz sagrado, ni mucho menos pasarlo de mano en mano entre ellos. Los fieles comulgan estando de rodillas o de pie, según lo haya determinado la conferencia de obispos. Cuando comulgan estando de pie, se recomienda que antes de recibir el sacramento, hagan la debida reverencia, la cual debe ser determinada por las mismas normas”. Y más adelante: “Si la comunión se recibe solo bajo la especie de pan, el sacerdote, teniendo la hostia un poco elevada, la muestra a cada uno, diciendo: ‘El Cuerpo de Cristo’. El que comulga responde: ‘Amén’, y recibe el sacramento, en la boca, o donde haya sido concedido, en la mano, según su deseo”. La libertad de elección fue reiterada por la Congregación para el Culto Divino en su Instrucción Redemptionis Sacramentum, de 2004, la cual dice, de manera asaz sesgada: “Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el sacramento, en los lugares donde la conferencia de obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia”. Argumentación contra la comunión en la mano Su Excia. Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán) Dos obispos se han destacado en los esfuerzos para eliminar el abuso de la comunión en la mano, argumentando que un “indulto” fue transformado en regla general; y los que respetan la regla litúrgica pasaron a ser tratados como indultados. Mons. Juan Rodolfo Laise, recientemente fallecido, prohibió la comunión en la mano en su diócesis de San Luis (Argentina); y Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán), escribió dos libros sobre el tema y promovió una resolución de su conferencia episcopal, prohibiendo la comunión en la mano en toda la región. En el libro Corpus Christi – La Sagrada Comunión y la Renovación en la Iglesia, Mons. Schneider declara que en nuestros días esa práctica es “la más profunda laceración del Cuerpo Místico de la Iglesia de Cristo”, pues acarrea cuatro consecuencias, cada una más grave que la otra: – Minimiza los gestos de adoración visible; – En los niños y en los adolescentes que no conocieron el modo tradicional de recepción, crea la idea de que la Eucaristía es un alimento común y apenas un símbolo; – Permite importantes pérdidas de partículas de hostias, que caen por tierra y son profanadas involuntariamente; – Favorece el robo de hostias para actos sacrílegos. Además de lo que fue expuesto más arriba, se puede agregar aún lo siguiente: que tal práctica lleva a los fieles a la indiferencia y a la pérdida de la fe, pues aquellas mismas manos que depositaron dinero en la colecta van a tocar la hostia consagrada. Poco a poco, eso induce a la persona a colocar el dinero y la hostia en el mismo nivel, relativizando el valor infinito de la Sagrada Eucaristía. Debemos resaltar que Nuestro Señor Jesucristo, realmente presente y en persona, es la víctima de esas cuatro deplorables actitudes. En respuesta a aquellos que dicen que la obligación de recibir la comunión en la boca violaría sus derechos de “cristiano adulto”, Mons. Schneider afirma: “Esos supuestos derechos violan los derechos de Cristo, el único Santo, el Rey de los reyes: Él tiene el derecho de recibir la excelencia de las honras divinas, incluso en la pequeña y santa hostia. Todas las razones en favor de la práctica de la comunión de pie y en la mano pierden toda consistencia ante la gravedad de la situación evidente de minimización del respeto y de la sacralidad, ante el descuido por las partículas eucarísticas que caen por tierra y frente al creciente fenómeno del robo de hostias consagradas. “Por encima de todo, cualquier argumento en favor de la manutención de la práctica de la comunión en la mano pierde todo fundamento en consideración de la disminución (para no decir desaparición) de la integridad de la fe católica en la Presencia Real y en la transubstanciación. Tal práctica moderna, que jamás existió en la Iglesia bajo esa forma exterior concreta, acaba incontestablemente por debilitar la plenitud de la fe católica en la Eucaristía”. La lección de la aparición del ángel a los pastorcitos de Fátima El ángel se nos apareció por tercera vez, “trayendo en la mano izquierda un cáliz sobre el cual está suspendida una hostia de la que caían, dentro del cáliz, algunas gotas de sangre”, narra la hermana Lucía en sus Memorias. Como un saludable contraste, interesa recordar la tercera aparición del Ángel de la Paz a los tres pastorcitos de Fátima en 1916. Por un lado el enviado de Dios nos muestra la reverencia que debemos tener hacia la Sagrada Eucaristía; y por otro, de qué manera los sacrilegios ofenden a Nuestro Señor. A continuación la narración de la hermana Lucía: “Nos incorporamos para ver lo que pasaba y vemos al Ángel trayendo en la mano izquierda un cáliz sobre el cual está suspendida una hostia de la que caían, dentro del cáliz, algunas gotas de sangre. Dejando el cáliz y la hostia suspendidos en el aire, se postró en tierra y repitió tres veces la oración: ‘Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo: yo te adoro profundamente y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los infinitos méritos de su Santísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pobres pecadores’. “Después se levantó, tomó de nuevo en la mano el cáliz y la hostia, y me dio la hostia a mí. Lo que contenía el cáliz se lo dio a beber a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo tiempo: ‘Tomad y bebed el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios’. “De nuevo se postró en tierra y repitió con nosotros otras tres veces la misma oración: ‘Santísima Trinidad… etc’. Y desapareció”. Pidamos a Nuestra Señora de Fátima que obtenga cuanto antes de su divino Hijo que en la Iglesia, que es su Cuerpo Místico, se cierre la llaga de la comunión en la mano, síntoma de tanta indiferencia y causa de innumerables ultrajes.

NI IMPONER, NI EXCLUIR (EUCARISTÍA)
https://youtu.be/cdDh3GMUFPg

UN POCO MÁS SOBRE LA COMUNIÓN EN LA MANO
https://youtu.be/4KNH0kWhPrc


NOTA: Hoy el texto original que comparto luego de las flechas y fue generado en pandemia no tiene sentido.....
Un verdadero Católico prácticante, debe comulgar de rodillas y en la boca.
Gran abuso de la jerarquía eclesiástica, obligarnos siendo que no les es permitido, obligarnos a recibirle en la mano, es anti higiénico y lo más importante no es la forma correcta de recibir y respetar a Dios.
El concilio de trento dogmático, claro muy claro dice lo que debemos saber al respecto.
La comunión en la mano argucia de los enemigos de la Iglesia.

Hoy por miedo a contaminación de.... No comulgar en la boca ...
Es demostrar cuánta Fe nos falta en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo.

Cómo vas a colocar las partículas de nuestro Señor en tus manos untadas de gel, que luego no va a permitir que la recojas con tu lengua???

Estos enlaces que comparto te puede ayudar a aclarar.👌

https://www.usccb.org/es/prayer-and-worship/the-mass

https://youtu.be/6omO93_VGvQ

https://youtu.be/s4MLWj0iVPY

https://youtu.be/eSB90tXdQ1o

https://youtube.com/c/ConservandolaFe

https://youtu.be/7Q32Y19wsmc

https://youtu.be/ypYXmEtpXUI

https://youtu.be/kvz6Yrj5fzo

Hoy un católico que no está bien formado es manipulado por la masonería eclesiástica que está infiltrada en nuestra Iglesia Católica.

Esto que sigue es realmente obsoleto para un verdadero creyente.
Y bien Formado en la Fe.
No nos puede mover el temor, sino el amor a Dios..

Nota: Si aún así comulgaras en la mano recuerda que nada de gel y tienes que coger con tu lengua de tu mano la sagrada forma y no con la otra mano y a continuación debes limpiar con tu lengua cada partícula que quede en tu mano.

⬇️⬇️⬇️
Tema obsoleto generado más por miedo en tiempo de caos general - me refiero a lo relacionado con comulgar en la mano ya que fue una argucia que fue incrustada dentro de la Iglesia en 1960 aproximadamente y aprovechada por los que deseaban desacralizar la Sagrada Eucaristía en pandemia ⬇️⬇️⬇️
Uno de los protocolos para poder participar en la Sagrada Eucaristía es el ser obligados a Comulgar en la mano....es por ello que debemos llevar espray con alcohol y gel para antes de comulgar, desinfectar nuestras manos teniendo en claro que otra manera de podernos contaminar es al tocar nuestra mascarilla de ahí que lo recomendable es usar un corporal que creo que con gusto la Parroquia los está obsequiando.
RECUERDA QUE PARA RECIBIR A JESÚS EUCARISTÍA QUE ESTÁ VIVO Y REAL SANGRE, CUERPO, ALMA Y DIVINIDAD EN LA HOSTIA CONSAGRADA
DEBES ESTAR PRIMERO QUE NADA LIBRE DE PECADO MORTAL....Y SABER RECIBIR EN LA MANO LAS SAGRADAS FORMAS....ES DECIR EN LA MANO IZQUIERDA COLOCAS EL CORPORAL
LA MANO DERECHA DEBAJO DE LA IZQUIERDA, TE ACERCAS AL SACERDOTE HACES UNA LEVE VENÍA CON TU CABEZA EN RESPETO A LA SAGRADA FORMAS, RECIBES A NUESTRO SEÑOR Y FRENTE AL SACERDOTE A UNOS 2 METROS SIN RETIRARTE, QUE SE DÉ CUENTA QUE ESTÁS COMULGANDO
CON MUCHO CUIDADO DE NO CONTAMINAR TUS MANOS CON EL MISMO TAPABOCAS POR ESO TE ACONSEJO MEJOR CON TU LENGUA COMULGAR DEL CORPORAL A JESÚS EUCARISTÍA Y CON TU LENGUA RECOGER, LAS PARTÍCULAS QUE HAYAN PODIDO QUEDAR EN EL CORPORAL, CON MUCHO CUIDADO GUARDAR EL CORPORAL CONSUMO CUIDADO POR SI QUEDÓ ALGUNA PARTÍCULA DENTRO DE ÉL.
LLEGARÁS A TU CASA Y EN UNA TASITA CON AGUA BENDITA INTRODUCIDRAS EL CORPORAL
LUEGO DEPOSITARAS ESA AGUA BENDITA EN UNA MATERA
PARA DISPONERTE A LAVAR EL CORPORAL PARA LA PRÓXIMA EUCARISTÍA
SI NO ESTUVIÉRAMOS EN PANDEMIA PODRÍA RECIBIRLO DE RODILLAS EN LA BOCA O DE PIE EN LA BOCA QUÉ ES LA MANERA HABITUAL Y RECOMENDADA POR LA IGLESIA
SI NO ESTUVIÉRAMOS EN PANDEMIA.

NOTA: LA SAGRADA EUCARISTÍA NO ES UNA GALLETA DEBÉS SABERLA RECIBIR
SABERLA COMULGAR CON RESPETO Y DEVOCIÓN.
GRACIAS.


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